viernes, 16 de diciembre de 2011

Vuelves a casa...como el turrón

Falta una hora para que llegue su vuelo y yo ya estoy plantificada en la puerta de llegada. Ilusionada, con la cara de hermana mayor que desea ver ya a su hermano pequeño. Sin uñas y con los nervios a flor de piel, aunque creo que lo estoy disimulando muy bien.
Papá está sentado a mi lado. Con su nuevo móvil entre manos, sintonizando nuevas melodías como tono de llamada, cambiando los fondos de pantalla e intentando acceder a la zona Wi-fi del aeropuerto....jajajaja (mi familia es el mundo al revés).
Al otro lado mi madre, a la que tampoco le quedan uñas. Aparentemente tranquila pero que, me juego, le va el corazón a mil por hora. A media tarde estuvo preparándole un bocata de tortilla porque sabía que le haría ilusión, y se lo lleva metido en una bolsa, junto con un plátano y una botellita de agua.

Hay más gente, unos hablan sin preocupación, otros permanecen sentados y expectantes a los paneles informativos en los que se marca el estado de los vuelos y un señor muy gracioso está de pie, frente a la puerta de llegada, con un paraguas en las manos, esperando impaciente y muy nervioso, la llegada de alguien muy muy muy querido (lo digo por el grado de impaciencia que muestra el pobre hombre). No deja de moverse de un lado para otro, eso sí, sin salirse de los límites de la puerta de llegada (yo estaría haciendo lo mismo si no cantara mucho).
Se para en el medio y medio para ojear el reloj y mira resignado y con tristeza hacia los cristales opacos. Hace varios minutos que ya acabaron de salir los pasajeros más rezagados del último vuelo y la persona por la que está esperando todavía no llega... al pobre hombre le va a dar algo!!. Y mucho me temo que cuando salga el/la susodicho/a le va a dar semejante paraguazo por haberlo hecho esperar tanto!!!.... jajajajajaja. Al rato, un chico muy parecido al hombre del paraguas, salió por la puerta. Pensé (ahí va el paraguazo!!), pero no. El abrazo fue monumental. Entonces, me acordé de mi hermano.

La espera se hizo eterna, y eso que el vuelo sólo se retrasó media hora... Me pongo en pie y me acerco a la zona desde la que se ven llegar a los pasajeros. Comienzan a desfilar los primeros...
A lo lejos vi su silueta, caminaba a través del pasillo de cristal. El chico guapo, alto y bien afeitado caminaba hacia la puerta de llegada con la misma ilusión con que lo hacía yo. Empecé a mover los brazos fuerte y alto, y perpetué mi mejor sonrisa para que iluminara bien aquella terminal. Me vió. Caramba si me vió!!. Y sonrió casi tanto como yo. Era mi hermano!!.
Me aguanté las lágrimas, porque no quería llorar y ponerme con esa cara de patata tan fea que se me pone, así que, trague la bola y empecé a hacer el tonto. Es lo que hay, o se llora o se hace el tonto... jajajaja. Acabé haciendo el tonto medio llorando.

Primera impresión... Sí, mi hermano es el más guapo de todos (amor de hermana mayor).
Segunda impresión... bueno, parece que se está alimentando bien porque no ha adelgazado (ni engordado).
Tercera impresión... Dios!!!, pero cuánto tarda en coger una maleta!!!???.

Ahí viene, se abre la puerta de cristal y aparece él. En su cara puedo notar las ganas que tiene de vernos. Sonríe de medio lado (y ya nos tiene conquistados). Me dá igual la barrera, lo siento por la gente, pero es mi hermaniiiiiitooooo!!!!!!!! y voy al ataaaqueeeee. Lo abrazo fuerte, lo apretujo tanto, y él también a mi, que aún ahora estoy notando el calor de su llegada.

Intercambio de qué tales, de caricias, de qué guapos, de qué tal todo y ya camino del coche empieza la pelea por hablar y la diferencia de opiniones... jeajajajajaja. Y a los cinco minutos ya éramos una familia!.

Hoy, queda lo mejor, que Sara vea que su "paíno" ha vuelto a casa por Navidad. Y es que Papá Noel ya va entregando regalos...

Bienvenido a casa hermano. Bienvenido a casa.

5 comentarios:

  1. Qué gusto ver una familia tan unida. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Me tengo terminantemente prohibido mirar a las caras de los que se encuentran en los aeropuertos, porque lloro TODO el rato. Os llego a ver, a ti con cara de patata llorona, al otro en su mismidad, a tu madre (no vería el bocadillo de tortilla y el plátano, pero podría imaginármelo perfectamente) y a tu padre buscando extraterrestres con su móbil, y lloro, fijo que lloro. Disfrutaros.

    ResponderEliminar
  3. hermanita!!!!! gracias por esto..idioti que estoy en el salón y las lágrimas hacen eco para salir...pero bueno!
    espero que vuelvas a estar alli el día que me vaya del mismo modo pero con sonrisa y no lagrima de tristeza sister!!!un beso muy grande nos vemos en un ratico con los sobrinitossssss!!!!
    te quiero!

    ResponderEliminar
  4. Ayyyyyyyyyy....que hasta lloro yo.

    Doy fe de que es el hermano más guapo!!! jajaja

    Wellcome home!!

    ResponderEliminar
  5. Joeeee, que me tienes llorandoooo!! Que buena entrada tía!

    Bienvenido a casa "hermano" Lewis!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...